HENNING MANKELL (1948-2015). TRASCIENDE SU CALIFICACIÓN DE "MAESTRO DE LA NOVELA NEGRA SUECA"

Este autor es, sin duda, el narrador sueco con el mayor número de lectores en la Argentina, Sus libros traducidos al español y publicados registran un éxito inusitado, como también sucede con sus transposiciones al formato de series televisivas protagonizadas por el inefable inspector Wallander y que aún hoy alcanzan un alto nivel de audiencia.

Más allá de su talento para organizar la novela policial, la profundidad de su pensamiento sobre temas fundamentales se manifiesta en cada una de ellas reflexiones y opiniones de sus personajes sobre distintos temas; lo narrativo convive con una prosa por momentos poética, cuajada de comparaciones e imágenes bellas y reveladoras. Sin duda, esta capacidad de crear personajes que evaden cualquier estereotipo, organizar a la perfección la trama policial, insertar en ella la crítica social y las reflexiones filosóficas es lo que seduce al lector argentino. Prueba de esto ha sido la activa circulación de sus libros y la alta audiencia de series de televisión basadas en estos, sin olvidar la enorme concurrencia del público argentino colmó la sala en la que Mankell ofreció una charla en el marco de la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires en 2009. De su vasta producción (unos 40 títulos) he seleccionado cinco libros.

En EL OJO DEL LEOPARDO los recuerdos son asociados a esas “cosas muertas, álbumes y archivos que se tienen que guardar con frialdad uy mantener cerrados bajos llave” (p.14); los fracasos y la soledad invaden a los hombres adultos (terrible y magnífica metáfora: “Todos llevamos dentro de nosotros un perro abandonado que está ladrando”, p. 231), la vida siempre es efímera (“es un segundo vertiginoso, un soplo en la boca de la eternidad”, pp.178-9)[1] y aparece asociado al viaje como un viaje o viajes que no tienen retorno (p. 27): el vivir “tiene que ser como prepararse continuamente para hacer nuevos viajes” (pp. 250-1). La adultez conlleva como consecuencia ser conscientes de la soledad (p. 251) y de las profundas diferencias que nos separan de los otros (p. 308). Más allá de las profundas diferencias -más económicas que ideológica-, entre el mundo europeo y África que señala el personaje Lars Håkansson (p. 314), el protagonista Hans Olofson, si bien en lo personal no logra comprender África, valora de la labor de las mujeres africanas, en quienes deposita la posibilidad de futuro para ese continente (“Las mujeres africanas llevan el continente sobre sus cabezas” (…) África es una mujer que tritura maíz” (p. 359).

Así como el detective busca y encuentra pistas para resolver los crímenes, los seres humanos aspiramos, al menos descubrir signos, señales y huellas que orienten nuestro itinerario. En EL HOMBRE INQUIETO leemos: “No estoy buscando la llave sino el remoto tintineo del llavero” (p. 42); los documentos que todos vamos dejando como una estela en nuestras vidas es “la espuma de la existencia”; “los muertos eran rostros que ya apenas recordaba y sus voces habían dejado de hablarle (p. 151). Todo se licúa y desvanece, somos absorbidos como el sacerdote holandés de EL OJO DEL LEOPARDO. Sin embargo, hacia el final del libro dos voces hablan de compromiso y permanencia. Fanny Klarström afirma : “La idea de un mundo solidario sigue siendo lo único en lo que soy de capaz de creer. La única verdad política que, a mi entender, no puede cuestionarse” (364) Y para Wallander “La historia no es sólo lo que queda a nuestra espalda, también nos acompaña” (p. 365). Frente a la muerte de los otros, una lápida “sería un punto en el que concentrar mis recuerdos” se afirmará en LA FALSA PISTA (p. 61). Precisamente en esta obra se apunta al valor del compromiso con los otros y con uno mismo, aceptar los riesgos, los cambios, asimilar las nuevas ideas. Y aflora una explícita crítica socio específicamente dirigida a la prensa y a la política:

“Los hombres del poder siempre tienen empresas de limpieza y funerarias simbólicas. Hay cantidad de periodistas que no dudarían en vender sus almas por ejecutar sus recados. Volver a tapar la tierra. Enterrar los escándalos. Elevar las apariencias a verdades, garantizar la ilusión de la sociedad limpia” (o, 127).

Sin duda ARENAS MOVEDIZAS es el texto de Mankelll que mejor nos permite en adentrarnos en su ideario porque allí convergen los principales temas.

1) La escritura: “Escribir, me dije, era iluminar con la linterna los rincones en penumbra y, en la medida de mis posibilidades, desvelar lo que otros traban de esconder” (p. 194). “He escrito sobre crímenes porque ilustran mejor que ninguna cosa las contradicciones que constituyen la vida humana.” (p. 334)

2) Lo humano: “Reconocer el miedo a lo desconocido es comprender lo que significa ser hombre. En el fondo el hecho de ser es una tragedia” (p. 123). “Siempre me afirmaba en la idea de que el ser humano es un ser narrante. Más Homo narrans que Homo sapiens” (p. 167)) “Todo lo que hacemos se basa en que existen fuerzas contrarias en nuestro interior. Entre sueño y realidad, entre conocimiento y espejismo, entre verdad y mentira, entre lo que quiero y lo que hago. Y también naturalmente, entre mi yo y la sociedad en que vivo” (p.334)

3) La verdad: “Las verdades son como naves que se balancean en el mar. Hay que darles el rumbo adecuado (p. 246). “No vacilar a la hora de cuestionar las verdades ajenas y de tomar otros caminos” (p. 248). Reconoce la vigencia de las contradicciones: “Todo lo que hacemos se basa en que existen fuerzas contrarias en nuestro interior. Entre sueño y realidad, entre conocimiento y espejismo, entre verdad y mentira, entre lo que quiero y lo que hago. Y también naturalmente entre mi yo y la sociedad en que vivo” (P. 334).

4) La vida y la muerte: “Vivir es poder decir sí o no. Estar muerto es hallarse rodeado de silencio” (p. 42). “Nos pasamos la vida tratando de ampliar el conocimiento, el saber, las experiencias. Pero, al final, todo se perderá en la nada” (p. 123). Las religiones son “un pretexto para no aceptar las condiciones de la vida” (p. 123) “La vida es un viaje tumultuoso entre lo que nos causa el miedo y lo que nos da alegría” (P. 232).

5) El tiempo: “El tiempo que hay por delante se pierde en la misma bruma que cuando miramos hacia atrás. Nos rodea una niebla o, más bien una oscuridad compacta, miremos a donde miremos” (p. 39). “…siempre vivimos con un pie en un tiempo que ya se ha ido, que no volverá (…) El tiempo puede ser una balanza en la que pesamos nuestras acciones” (215) “El tiempo es una flecha que corta el aire en una única dirección. Hacia adelante” (p.244).

6) El cambio: “Una nave que regresa de un viaje es una nave distinta de la que partió” (p. 246). “El principal reto es la voluntad de aproximarse a nuevas formas de pensar (p. 248).

7) Civilización y barbarie: “La barbarie siempre ha tenido rasgos humanos. Esto es lo que la convierte en algo tan inhumano” (p. 179). El término civilización ha adquirido a lo largo de la historia diferentes sentidos, el término a veces sustituye a cultura o tradición o se lo define “por oposición a barbarie” (p. 305). “¿Cómo definir el concepto de civilización? (…) El concepto de civilización se ha utilizado con frecuencia para cometer abusos” (p. 306)

8) Desigualdad entre los géneros: Vivimos “en un mundo en que los hombres tienen el poder y las mujeres la responsabilidad” (p. 322)

Henning Mankell nos ofrece un modelo de escritor interesado en todas las manifestaciones del arte: la escritura (la Biblia, Joseph Conrad), la pintura (Caravaggio y Daumier), la música (el trompetista Miles Davis, los compositores Beethoven y Arvo Pärt, el blues del delta de los estados del Sur), el teatro (dramaturgo, director artístico del Teatro Nacional Avenida de Maputo, capital de Mozambique, lugar en el que el 75% de los habitantes no saben ni leer ni escribir)[2]. Un modelo de ser humano que asume la responsabilidad de afrontar las decisiones que uno toma, rescata las “ganas de vivir y la alegría de vivir” como estrategia de supervivencia y “verdadera fuente de energía…” (p. 202) - en este punto muchos africanos serían un ejemplo-, y que elige una pregunta como rectora de su vida: “¿Qué tipo de sociedad quiere uno contribuir a formar?” (p. 131).

Creo que es válido concluir con una paráfrasis de uno de sus libros: Morirá, pero su memoria sobrevivirá.


Las obras mencionadas fueron editadas en español por Tusquets Editores de Buenos Aires,

El OJO DEL LEOPARDO, 2011 (1° ed., 2010) Título Original: LEOPARDENS ÖGA, 1990.

EL HOMBRE INQUIETO, 2011 (1° ed., 2009) Título Original: DEN OROLIGE MANNEN, 2009.

LA FALSA PISTA, 2012 (1°ed. 2001) Título Original: VILLOSPÅR, 1995.

HUESOS EN EL JARDÍN, 2013. Título Original: HANDEN, 2004/2013.

ARENAS MOVEDIZAS, 2015. Título Original: KVICKSAND , 2014.



PERLA ZAYAS DE LIMA


Tigre, 15 de agosto de 2022


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[1] En HUESOS EN EL JARDÍN, lo efímero aparece asociado a la idea de deterioro: “Hacerse demasiado viejo hasta para sí mismo” (p. 21); “Era como si el tiempo se hubiera encogido” (p. 25).

[2] Sobre este tema consultar “Memoria de una África vital de Leonardo Bastida Aquilar y Fernando Mino, en LA JORNADA, n° 155, jueves 4 de junio de 2009 jornada.com.mx/2009/06/04/ls-diezonce.html)

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