BERGMAN Y LIV
Varios ingredientes confluyen en este espectáculo presentando en el Teatro Picadero para
convertirlo en insoslayable para quienes admiran a estos dos artistas suecos:
el texto de Lázaro Droznes que se inspira en las cartas que durante cuatro décadas funcionó como vínculo de esta
famosa pareja, una verdadera “correspondencia amorosa”. La dirección de Leonor
Manso quien, a partir del diseño espacial de Graciela Galán y la iluminación de
Roberto Traferri, se focalizó en el modo en que los dos intérpretes,
Ingrid Pelicori y Osmar Núñez, transmitieran la evolución de una
relación que integró dos campos y el
profesional y el personal e íntimo del sentimiento amoroso. El color del vestuario
y el video diseñado por Paull Coton se complementan para citar ese tono
sepia de las películas de Bergman y las
ropas de sus actrices. La música de Diego Girón y el empleo de la voz en off de
Leonor Manso contribuyen a una puesta en la que un “minimalismo” se focaliza en
dos actores y sus dos atriles; sus cuerpos y sus cartas (gesto, voz y escritura
narran)
Pelicori logra trasladar a partir de su voz (siempre
entendida como prolongación del su cuerpo) subjetividades y experiencias de la
sensibilidad femenina; Osmar Núñez, las complejidad y contradicciones de sus
emociones y pensamientos. Ambos soslayan todo tipo de estereotipos y logran
trasmitir los cambios y matices que marcaron las distintas etapas de su
relación -por momentos tormentosa, en otros armoniosa-, y lo que implica la distancia
o la convivencia. Ambos logran mágicamente no ser Bergman y Liv, y al mismo
tiempo revelar lo que estos artistas fueron a partir de un exquisito
tratamiento que dan a las palabras que propone el texto y extraen su sentido
profundo.
El texto tanto en su nivel informativo como en el ficcional/epistolar, lleva al espectador a reflexionar más allá de los datos concretos y, en muchos casos, conocidos a través de reportajes y biografías de ambos artistas, sobre temas e interrogantes universales como el sentido de la vida, cuánto de memoria y cuánto de olvido se mantiene en el tiempo, hasta qué punto lo personal y lo artístico son difíciles de separar, cómo transformar el dolor en poesía., la soledad y el silencio como acceso al conocimiento (y al autoconocimiento) El título designa desde el comienzo los roles: primero él, presentado por su apellido, luego ella por su nombre; esta diferencia, que puede ser interpretada en un sentido cuasi jerárquicos, paulatinamente se va revirtiendo, y la ecuación hombre fuerte y la mujer moldeable se va transformando y el espectador termina viendo al genio cinematográfico de todos los tiempos y figura faro de nuevas generaciones sostenido por la lucidez y sensibilidad de su actriz. Y de nuevo en este punto esto reposa en el texto y, sobre todo, en la magnífica interpretación de Pelicori y Núñez, quienes iluminan las citas que encabezan este artículo y provienen de los epígrafes del Programa de Mano.
PERLA ZAYAS DE LIMA
pzayaslima@gmail.com
Tigre, 21 de noviembre de 2022
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